¿Te imaginas tener un microchip y en un plis hablar cualquier idioma a la perfección? Sería genial… ¿Verdad?
Un día me di cuenta de que siempre acababa antes todas las cosas que hacía de manera natural sin presiones, mientras que otras las posponía con excusas durante días, meses o ¡incluso años! (Toda una revelación y punto de inflexión).
Así fue como pasé de trabajar en una oficina impersonal a ser paseadora de perros profesional. Un año después, por fin, volví a conectar con mi esencia, aquella que unos cuantos habían conseguido apagar tras una pantalla y escritorio a base de consejos sobre estabilidad y seguridad. ¿qué estabilidad pensaba yo?, ¡¿la económica, no la mental?!
Seguí avanzando, sin prisa, pero sin pausa, hasta descubrir que lo que mejor se nos da suele ser lo que amamos innatamente y recordé como enseñaba a mis muñecas de pequeña, mi pasión por viajar que me llevó a diplomarme en Turismo, estudiar idiomas, trabajar en mil sitos y vivir en el extranjero.
También lo divertido de aprender una palabra nueva y usarla por primera vez con las mejillas sonrosadas pero feliz como una perdiz al ver que me entendían.
Lo gratificante de crecer a nivel personal, social y profesional por uno mismo no tiene precio.
Uniendo mis pasiones y el afán de mantener vivas mis raíces y las cosas que me hacen más feliz, nació Pick Up Languages.
Dónde intento compartir lo que sé con lo que me encanta en un entorno cercano que te dé la confianza que necesitas para seguir creciendo.
Sería genial que existiera un microchip, pero…
¿Realmente quieres perderte la experiencia de disfrutar aprendiendo día a día?